jueves, 8 de agosto de 2013

Me enamoré de ti y no te puedo olvidar

Esta frase es genial para quien tiene la posibilidad de decírsela a su pareja de frente, mirándole a los ojos y con la certeza de que al día siguiente va a poder volverle a ver y demostrarle que el sentimiento crece día a día. Pero también puede ser utilizada a la perfección por alguien a quien han dejado con el corazón roto sin motivo aparente.

Cuando somos adolescentes creemos enamorarnos de la primera personas que nos hace sentir bien y por supuesto, que nos gusta. Y es a la edad de más o menos 16 años (lo digo porque a la mayoría de personas que me rodean les pasó) que conocemos a nuestro "primer amor"; y es que, según la gente mayor, ese nunca se olvida. Yo recuerdo que en esa etapa pensaba: "el amor no se busca, llega cuando menos lo esperamos", y de hecho así fue. Luego, con el tiempo nos damos cuenta de que fue una bonita experiencia, pero no era realmente lo que debía ser.

Con el tiempo vamos creciendo en estatura, edad y madurez, y nuestro entorno varía de tal forma que generamos un mejor criterio para escoger a nuestra pareja, y comenzamos con un proceso de selección y evaluación a conveniencia propia. Después de algunos intentos fallidos (en algunos casos, varios) logramos descubrir que tampoco es eso lo que buscamos y entendemos que también es necesario dar lo mejor, compartir eso que con tanto recelo nos habíamos reservado para sí mismos.


De pronto aparece, sin avisar, esa persona ideal, no la que siempre soñamos, pero sí la que siempre quisimos que nos acompañara en esa relación tan propia y tan única de las parejas, y que quede claro que no estoy hablando de un noviazgo como tal, más bien del amor verdadero. Empezamos a actuar de tal forma que esta persona que nos interesa tanto sepa que existimos, e iniciamos con una investigación prolija que nos permite conocerla tanto que en el próximo encuentro buscamos cualquier excusa para complacerle con algo que sabemos, le gusta.

¡Qué lindo enamorase! sobretodo cuando es de esa persona que nos hace sentir nervios cada vez que se acerca y que con sus besos nos lleva a un lugar indescriptible, en el que somos capaces de olvidarlo todo. Esa persona que nos inspira día a día a hacer las cosas mejor; y la relación se vuelve mágica cuando la llegamos a admirarla por sus cualidades y logramos entender sus defectos para amarla sin condición. Eso es estar enamorado.

Yo sé... ya me puse cursi, pero es la vedad, así es el amor o al menos así lo viví yo alguna vez, por lo que puedo decir: "Me enamoré de ti y no te puedo olvidar".

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